Ella es una sirena monstruo
llamada Habiba. No siempre tuvo ese aspecto, pues antes era mucho más hermosa,
pero una maldición la azotó y la convirtió en ese ser que mucha gente de los
mares la repudia. Según cuentan, esa maldición fue debido a que hizo un trato
con la bruja del mar para poder conocer a un humano que habitaba en tierra
firme. Al principio consiguió las piernas humanas que tanto había deseado, pero
vio como ese humano secuestraba a su padre, por lo que le pidió que le soltase
a cambio de ella.
El humano aceptó, soltando así al
padre y encerrando a Habiba. Con el paso del tiempo, la chica comenzaba a
deshidratarse. Su cuerpo comenzaba a volverse esquelético pero, para su suerte,
o eso creía, apareció la bruja del mar diciéndole que podía sacarla de ahí, por
lo que Habiba le rogó que lo hiciera.
Así hizo, pero no de la manera en
la que ella esperaba. Su cola había vuelto, pero su aspecto había cambiado por
completo. Ahora se veía como un monstruo de horrible aspecto.
“¿Qué es lo que me hiciste?”
preguntó Habiba, asustada al ver su aspecto.
“Son las consecuencias de hacer
un trato conmigo querida”. Le contestó la bruja con una sonrisa malvada en el
rostro.
Habiba se quedó en shock, no
sabía qué hacer, pues al volver con sus padres para que le ayudaran con el tema
de su transformación, pero la despecharon porque creían que no era su hija.
Desde ese momento vaga, sola, a
la espera que alguien de conocer a alguien de verdad y con el que tener una
bonita amistad.
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